Hay palabras que no se olvidan, que nos dan confianza y refuerzan nuestra autoestima. Reconocer verbalmente los talentos especiales y las realizaciones de tus hijos es algo muy gratificante para ellos.
«Nunca olvidaré las palabras de orgullo y satisfacción que mis padres expresaban: al obtener una buena calificación, al cambiar mi primer cheque, al pasar de curso, etc. Cada momento y logró de mi vida siempre estuvo acompañado de alguna frase estimulante que nunca he olvidado.
Tus hijos necesitan saber que apoyas sus esperanzas y sueños para el futuro.
1 Pedro 3:9 «No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición»
Por: Lic. Karen Heinsen de Martínez