Hay ocasiones en que sentimos que las situaciones nos superan, particularmente en la relación con nuestros hijos/as, como padres podemos ser propensos a perder la calma en momentos de tensión.
Cuando GRITAMOS ponemos de manifiesto nuestro propio descontrol y es muy probable que afectemos la armonía familiar, en el caso de los niños/as experimentan emociones negativas (miedo, angustia, etc.) que pueden ser intensas y prolongadas en el tiempo, lo que podría afectar su equilibrio emocional y capacidad de aprendizaje.
Hoy te compartimos esta importante información que te ayudará a comprender cómo funciona el CEREBRO de los niños cuando son expuestos a los gritos.